La Plataforma del Tercer Sector reclama “establecer un modelo avanzado de relación entre el sector público y el Tercer Sector”
Más de 30 expertos de diez universidades europeas asociadas de Italia, España, Francia, Reino Unido, Noruega, Polonia, Holanda, Alemania, Austria y Croacia, junto a múltiples organizaciones y entidades sociales pertenecientes al Tercer Sector, han participado en el proyecto de investigación “Third Sector Impact”, cuyas principales conclusiones se presentaron este miércoles en la sede del Comité Económico y Social Europeo (CESE).
En su intervención en la mesa de debate sobre las barreras al desarrollo del Tercer Sector Europeo, Carlos Susías, vicepresidente de Acción Política e Institucional de la Plataforma del Tercer Sector, subrayó como fundamental “establecer un modelo avanzado de relación entre el sector público y el Tercer Sector, que integre el valor añadido social que generan las organizaciones del sector, fortaleciendo así a largo plazo esa cultura asociativa presente en otros países europeos”.
Igualmente, incidió en que “la institucionalización de espacios efectivos de codecisión de las políticas públicas”, así como el diseño y la implementación de planes públicos plurianuales de desarrollo del Tercer Sector, permitirían “mejorar la efectividad de las actuaciones” llevadas a cabo por el sector en su conjunto.
En España, añadió, gracias a la labor de las plataformas y redes existentes, y “tras varios años y esfuerzos conjuntos para profundizar en la cohesión interna del tejido asociativo”, se ha elaborado una estrategia común que ha permitido tener “una capacidad real de interlocución con las instituciones”. En esta línea, sigue siendo “muy necesario demandar una política europea conjunta para el Tercer Sector”, concluyó.
Tras la investigación colaborativa realizada, los distintos expertos han coincidido en que los principales obstáculos que enfrenta el Tercer Sector en España son la falta de un sistema de financiación estable para las entidades del sector, de un sistema fiscal o un estatuto jurídico claro, o la escasa conciencia pública de la labor desarrollada por las entidades sociales, entre otros factores.
De forma concreta, el estudio hace hincapié en el “doble impacto” de la crisis económica y social que vive España, y que ha provocado un profundo descenso en los fondos, especialmente la financiación pública, a la vez que ha provocado un aumento de las necesidades sociales.
Los distintos informes derivados de este proyecto de investigación conjunta identificaron como principales recomendaciones para la mejora del Tercer Sector en Europa el desarrollo de interrelaciones entre las distintas entidades sociales, especialmente a través de las plataformas; mejorar el conocimiento y difusión de su labor e impacto; eliminar las barreras legales a sus actividades; la colaboración entre el sector empresarial privado y el Tercer Sector; y mejorar el flujo de financiación pública, cortando las políticas de austeridad ‘cuantitativas’ y ‘cualitativas’ al sector, entre otras.